La patria es el claro
viento
de curva y de sol violento.
Es el cuipo corpulento,
entre la verde espesura,
la mar en su curvatura,
y los pájaros errantes
que viajan por las
alturas.
La patria está en la
parcela
que la mañana ilumina
y arriba de la colina
Está en la vaca canela
que muge por su
ternero,
en el grito del
vaquero
que se pierde en la
distancia ,
y en la silvestre
fragancia
de la hierba del
potrero.
La patria es el
caserío
el humo, allá en la
casita,
la corriente verdecita
del viejo y tortuoso
río.
Es el son del aserrío
donde el cedro amargo
clama
ya sin raíz y sin
rama,
con su rosado aserrín;
es el sol en el confín
en su rojo panorama.
La patria viene de
abajo,
de la gente y de la
historia,
de la limpia
ejecutoria
de la fuerza y del
trabajo.
Brotó el filoso tajo
que libró la dura mano
del cholito victoriano
guerreando en aquellos
días;
la patria es la
valentía
de mi pueblo soberano.
Noviembre de 1976. Libro Cantaderas.