jueves, 4 de diciembre de 2014

DÉCIMA A LA MADRE

Por: Changmarín
Yo quiero cantar un verso
a la madre, con amor,
que sobrepase el dolor
y el placer del universo.
Con el sentimiento terso
de toda la sociedad,
y la mayor claridad
en  esta improvisación.
Un verso a su corazón:
Madre de la humanidad.

A la madre que yo canto
es a la mujer sencilla,
cuya mirada le brilla
entre veces por el llanto.
La que envuelta con su manto
de modestia y estrechura,
resiste la vida dura,
batalla y sabe vencer.
La que deja de comer
para darle a su criatura.

  La madre trabajadora,
la obrera, la campesina,
la del alma cristalina
que vigila a cada hora,
la casa donde valora,
o el trabajo en el taller.
La fatigada mujer
del campo en su agricultura…
Madre buena, madre pura,
la que amamantó mi ser.

A la madre abandonada…
A la madre consentida…
A la viejita querida…
A la madre respetada…
A la madre recordada…
A la madre que murió…
La que la Patria nos dio
con su sangre y su existencia.
La que alumbra mi conciencia,
a esa madre canto yo.