miércoles, 27 de febrero de 2013


Changmarín: 'Soy un escritor cutarrista'

Lorenzo Abrego 
labrego@prensa.com

El escritor Carlos Francisco Changmarín. 
No esconde su pasión por lo panameño ni se arrepiente de haber abrazado la ideología socialista. Es nacionalista y ante todo veragüense. Conversador, trotamundo y campesino. Carlos Francisco Changmarín recibe hoy el Premio Universidad que otorga anualmente la Universidad de Panamá (UP).

Este campesino dedicado al quehacer cultural ahora -a los 80 años- recorre colegios secundarios, dicta charlas, brinda asesoría en materia artística y dedica la mayor parte de su tiempo a visitar los campos para no perder el contacto con la materia prima de su inspiración: la gente de monte adentro.

Para Changmarín, el escritor no debe vivir en una “torre de marfil”, sino mantener una relación directa con las personas a las que dirige su creación. “Por eso soy un escritor 'cutarrista', y considero que lo universal está en lo particular”.

Changmarín señaló que a pesar que ha viajado bastante nunca se ha dedicado a escribir sobre vivencias y hechos internacionales, sino sobre las historias “de aquí”.

Añadió que de América Latina los únicos países que no conoce son Brasil, Paraguay y Bolivia. También ha visitado varios países de Asia, Europa y Africa, pero el cosmopolitismo no ha podido embriagarlo.

Este veragüense vive enamorado de lo autóctono y confiesa “soy campesino y vivo como campesino”. Por eso es que el premio Universidad es un “chispazo” de que también se puede reconocer el trabajo que se hace en el interior de la República.

Changmarín fue postulado al Premio Universidad por el Centro Regional Universitario de Veraguas, con base en su aporte a la cultura nacional. El acto de entrega del premio se llevará a cabo hoy a las 7:00 pm. en el Paraninfo de la UP.

El escritor, compositor y cuentista comentó que a pesar de que no se agita de manera directa en política, sigue firme con su manera de pensar y estima que lo único que puede salvar a Panamá de una catástrofe es el reagrupamiento de las “fuerzas populares”.

“Voy a morir con las botas puestas, porque hay que ser revolucionario en todos los aspectos de la vida”, señaló Changmarín, quien criticó el cambio constante de un partido a otro por parte de algunos políticos. “Eso nunca lo voy hacer”, precisó el militante del antiguo Partido del Pueblo.

También abogó porque la Universidad mantenga su conciencia crítica y la juventud siga preparándose. “Es muy bonito ver gente de los campitos del interior estudiando en los centros regionales arquitectura, historia y otras disciplinas”, comentó Changmarín, quien advirtió que ahora lo que hace falta es que estas personas puedan tener un puesto de trabajo.

LA PRENSA WEB, 7 octubre de 2002