Prólogo
Aquí empieza mi canto, son del pueblo
llanto y dolor del nervio malherido.
Aquí ladra mi ser; de aquí despierto,
chispa de sol terrestre dando tumbos,
mordiendo la rajada geografía.
Yo voy en busca de la vida a tientas,
y aunque detrás de mí, los cien lagartos
del hambre y la miseria se deslizan,
levanto con mis huesos adelante,
porque el viento de rojas esperanzas
va floreciendo rosas cuando marcho.
Voy en busca del pan… solo migajas
encuentro en los torcidos recovecos.
Más he de hallar los verdes arrozales
pariendo sobre el yermo y las espinas.
En busca de la Patria voy rodando
y solo polvo y amargura encuentro.
Pero he de verla marinera, libre
bailar en el tambor de la alegría
Quiero la paz, el vuelo incandescente
de la paloma sobre el ancho mundo.
Y aunque mis manos sangran y devoran
buitres de la muerte mis orejas…
oigo el rumor de mensajeras plumas;
oigo el turrututú de las palomas
como aurora boreal sobre mis sueños.
Yo soy hecho de sal y esperanzas.
Duro de matar. Soy medio tigre
y a veces ruiseñor y serranía.
De la barriga de la Patria vengo,
donde la tierra chola me amamanta.
No en vano el pueblo me cuajó en su sangre,
porque en la noche cruel entre bramidos
yo clavo mis colmillos de cachorro,
en las frondas carnales del futuro
abriendo los claveles de la aurora.
Poemas Corporales-1959