La Muñequita de Tusa
Por: Carlos Francisco Changmarìn
que vestí de muñeca.
Le arreglé un corpiñito
y una falda de seda.
De algodón amarillo
le fabriqué las trenzas,
dos lazos de organdí
le puse en la cabeza
y en sus pies chiquititos,
zapatitos de cera…
Tan tusa como estaba
y, mírala…
¡Tan muñeca!
Después de tanto lío,
de tanta morisqueta,
me ha salido malcriada
la muy pizpireta.
Ya no quiere chupón;
no quiere mamadera;
nada más quiere helado,
“bolonchón” y paleta.
Óigala usted llorar!...
“Ñoé, ñoé… ¡qué treta!
¡Qué vida estoy pasando
tan cansada y molesta!
“Mentilla, ay corochón…
Dórmache mi cuqueta,
En chu hamaquita de oro,
Como una princhecha.
Tome uno bechito,
tome uno paleta…
Ay, no llolle, no llolle
dórmache mi muñeca.
Shiiiit…
Cállese todo mundo
la “chigarra” y la estrella…
Que en su hamaquita de oro
dormida está la nena…
¡Tan tusa como estaba…
y, mírala tan muñeca!