jueves, 4 de abril de 2013

EL CUENTO DEL BAILE DE LAS MARIPOSAS


EL CUENTO DEL BAILE DE LAS MARIPOSAS
por: Carlos F. Changmarín

El baile, las mariposas
Hicieron con luna clara.
La noche de carnaval se oía la
tuna cerrada;
sueste, tamborito y punto
y la cumbia zapateada.

La pollera de la reina
era de oro y de malva,
y las había de coquito
y de fantasías bordadas…

Qué peinetas de balcón!
Y qué tembleques de nácar,
Cadenas y pedrerías y risas
de las muchachas.

Al baile las mariposas invitaron
la cigarra,
y al grillo, con su rabel,
la ponmesa y su guitarra.
Mosquitos de tamboreros
y el abejorro en la caja.

La cigarra desde luego dirigía la tonada.

Tío totorrón repartía
la chicha, el vino de palma,
el guarapo, el seco, el ron
y el anís para las damas.

Doña abeja en su fogón
el sancocho preparaba,
y tazas de café
con leche y tortilla
y puerca asada.

Se oía el tambor
desde lejos, y mucha gente
llegaba: tío cangrejo
con sus hijas, ño caracol,
doña araña, y tía avispa
con su congo, el jején
y su gallada.

Tocó tía pomesa un aire,
y tío grillo acompañaba.
Había que ver al cangrejo
Zapatear la mejorana.

De son en son
el mosquito,
versos de amor le cantaba
a la mariposa triste
que de él se enamoraba.

En eso llegó tía arriera
que no había sido invitada,
con tía  chinche y tío gorgojo
y  un grupo de gente
extraña….
Y se formó la pelea,
debajo de la enramada!

Las mariposas huían,
con las polleras rasgadas;
los tembleques por el suelo…
la comida, derramada,
tulas de chicha perdidas…
relumbraban las navajas;
los garrotes de huesito
no sabían dónde pegaban.

Ay, ay, tumbaron la luna!
Gritó la pobre tía jaiba.

¡Que destellen las luciérnagas
y los cocuyos sus lámparas¡

Pero en eso los ronderos
establecieron la calma.

Dijo elcangrejo:
Señores, aquí no ha pasado nada!

Y siguió la cumbia alegre,
al son de tambor
y caja.

Y me decía la cigarra que ya estaba el sol arriba..
¿Y el pueblo?  
 ¡ Baila que baila!