Canta
garganta, canta sangre mía…
clarín
del pueblo en la alborada, grita.
No
dejes de vibrar, así de muerte
degüelle
tus cordajes, canta, canta.
Sobre
la hiel del llanto y de la pena,
con
los bramidos de la tarde, canta.
Cuando
martilla el hambre condenada
Y
muerden los colmillos de la aurora
sin
panes, ni remedios, ni promesas…
A al
hora en que falta la saliva,
pues
la guadaña viene con la fiebre…
a tal
altura canta como el cisne
que
brotarán claveles de tu muerte.
Changmarín 1955- Poemas Corporales