DÉCIMA A LA
MADRE.
Yo quiero
cantar un verso
a la madre,
con amor,
que sobrepase
el dolor
y el placer
del universo.
Con el
sentimiento terso
de toda la
sociedad,
y la mayor
claridad
en esta improvisación.
Un verso a su
corazón:
Madre de la
humanidad.
A la madre que
yo canto
es a la mujer
sencilla
cuya mirada le
brilla
entre veces
por el llanto.
La que
envuelta con su manto
de modestia y
estrechura,
resiste la
vida dura,
batalla y sabe
vencer,
La que deja de
comer
para darle a
su criatura.
La madre
trabajadora,
la obrera, la
campesina,
la del alma
cristalina
que vigila a
cada hora,
la casa donde
valora,
o el trabajo
en el taller.
La fatigada
mujer
del campo en
su agricultura…
Madre buena,
madre pura,
la que
amamantó mi ser.
A la madre
abandonada…
A la madre
consentida…
A la viejita
querida..
A la madre
respetada…
A la madre
recordada…
A la madre que
murió…
La que la
Patria nos dio
con su sangre
y su existencia
La que alumbra
mi conciencia,
a esa madre
canto yo.